
¿Por qué la retrospectiva de Dior ha sido la exposición del año?
/ Ene032018Quedan escasos días para que la exposición del septuagésimo aniversario de Dior organizada por el Museo de Artes Decorativas de París y comisariado por Florence Müller y Olivier Galet, en un ejercicio de magistral de escenografía, eche el cierre.
Una muestra de la historia de Dior a través de 3.000 metros cuadrados, que reúne 300 vestidos de Alta Costura diseñados desde 1947 hasta la actualidad.
Esta exposición conmemorativa, mágica y cargada de sorpresas nos invita a descubrir el universo de Dior, entrando en la mente creativa de su fundador y de los diseñadores: Yves Saint Laurent, del olvidado Marc Bohan, que fue director creativo de la Maison durante 29 años y que inventó la silueta “Slim look”, Gianfranco Ferre, John Galliano, Raf Simons y María Grazia Chiuri.
Tengo que admitir que nunca fui gran admiradora del trabajo de Raf Simons, pero ver en persona la complejidad de sus diseños a pesar de su aparente sencillez me impresionó especialmente. Y fue gracias a dos de sus vestidos: uno que estaba bordado con miles de plumas minúsculas y otro con multitud de jaretas de seda cosidas una a una, esa laboriosidad sobre un patrón aparentemente sencillo me dejó sin palabras.
En el Museo de Artes Decorativas pudimos ver una exquisita muestra, en el que el más pequeño de los detalles cobra importancia en el proceso creativo para llevar una marca a lo más alto. Con cada uno de esos pequeños detalles: un boceto, unas anotaciones manuscritas o un trozo de tejido, Christian Dior pudo dar forma al “New Look” y cambiar la forma de vestir de las mujeres de todo el mundo. Silueta que se sigue utilizando a día de hoy, en la que prima, las cinturas ajustadas, las faldas largas y los hombros suaves.
Nacido en el seno de una familia francesa de industriales, Christian Dior (1905-1957) fue un hombre de una gran cultura, que ejerció de galerista de arte antes de convertirse en uno de los diseñadores más laureados de la historia de la moda.
Dior partió del arte para hacer Alta Costura y no al revés. Amigo de Jean Cocteau, Max Jacob y Picasso, abrió una galería de arte en París con un grupo de socios defendiendo el arte moderno y más vanguardista.
Fue él quien confió primero en artistas como Salvador Dalí y Giacometti.
Su pasión por el arte estaba representada en la exposición a través de pinturas, muebles, esculturas y objetos de decoración. También se mostró la adoración que sentía por las flores y los jardines a través de la instalación creada por los artistas Wanda, con multitud de flores de papel cortadas a láser y a mano, recreando un jardín vertical que caía sobre sus fabulosas creaciones.
En las diferentes estancias podíamos ver: la sala de las miniaturas, en donde se encontraban todos los productos icónicos de Dior por gama cromática: perfumes, tocados, zapatos, joyas y vestidos.
La sala de los “toiles”: una estancia enteramente blanca en honor a el color utilizado para hacer los prototipos, en donde se podían ver todas las siluetas hechas en lienzo de algodón inmaculado, salpicado de pespuntes, anotaciones y bordados posicionados como si fuesen un mapa a seguir. antes de realizarse en su tejido final.
Y la sala final ” El Baile de Dior” en donde los maniquíes estaban colocados con un modelaje perfectamente estudiado y adornado con las máscaras de Stephen Joce, en la que te adentrabas en un mundo onírico y cuestión de minutos pasabas del día a la noche sin haber parpadeado.
Se pensó como si fuera una nave del Siglo XIX a modo de la galería de los espejos de Versalles, con 16 proyectores de los que salía una parte del film diferente en cada uno de ellos, con la complejidad que casarse entre ellos.
La proyección empieza con los bocetos de Dior que se iban perfilando poco poco, después se hacía de día y se ilumina la sala de baile como si estuvieses en un edificio con paredes de purpurina, caía la noche y finalmente empezaba a amanecer otra vez.
Por todo esto y por muchas razones más es sin duda, la exposición del año.
¡Gracias Monsier Dior!
IMPRESIONANTE!!