
Catherine Walters (Skittles). La “trendsetter” victoriana
/ Feb222017Fue la última gran cortesana victoriana y una reconocida “trendsetter”, Catherine Walters (Inglaterra 1839-1920)
Se hizo conocida por sus habilidades ecuestres y por su belleza clásica. Su destreza con los equinos atraían a numerosos aficionados que además admiraban su ropa perfectamente adaptada y ajustada a la piel, tanto que se rumoreaba que no llevaba ropa interior, lo cual era un escándalo, pero eso no era un impedimento para que todas las mujeres aristócratas la imitaran con sus estilismos.
Era una mujer discreta con sus amantes, entre los que se encontraba el Príncipe de Gales (el futuro Rey Eduardo VII), emperadores, primer ministros, duques, poetas de los que nunca llegó a rebelar ningún detalle. Tampoco faltaba a su discreción con su vestimenta, siempre con colores discretos y apagados y con vestidos muy decorosos. Ella quería diferenciarse de las demás cortesanas y gracias a eso, Skittles era medianamente aceptada por la Alta Sociedad.
Nunca olvidó sus raíces humildes, huía de la ostentación, la mayoría de las facturas de sus sastres eran para mantener y reparar su ropa en lugar de comprar ropa nueva. De hecho, no quiso cambiar su apodo que venía de su primer empleo. Skittles era el juego que dio paso a lo que hoy conocemos como bolos, ella trabajaba colocándolos.
Lord Hartington fue su mayor benefactor, le compró una casa en Myfair, le regaló un establo de purasangres, le presentó a los sastres Henry Bole & Co con los que hizo negocios durante décadas y además le contrató una institutriz para darle la educación que no había recibido.
Conducía su propio coche que era tirado por dos purasangres e iba siempre flanqueada por dos hombres montados a horcajadas perfectamente vestidos a cada lado.
Tenía los ojos grises, el pelo castaño y vestía su diminuta cintura con terciopelo, sedas y castor.
El Príncipe de Gales,se enamoró de ella en una de las famosas fiestas del té de los domingos que organizaba ella en el campo y le escribió más de 300 cartas de amor. Cuando Catherine cayó gravemente enferma el príncipe le pidió que se la devolviese, ella se las devolvió sin ningún alboroto y Su Alteza estaba tan agradecido que le cedió a su médico y una pensión hasta su muerte.
Se llevó a la tumba todos sus secretos y le dejó su herencia a su amante más joven. Tuvo una aventura con él cuando ella tenía 40 años y él 16.